Por: Mesías Guevara Amasifuén
Las organizaciones pueden visualizarse de diversas maneras, como una comunidad, en la que se conjugan los recursos, políticas, procedimientos y métodos, como un cerebro, o un ser viviente; pero poco se señala sobre la inteligencia que gobiernan las organizaciones, y de las rutinas que almacenan el conocimiento e inteligencia organizacional.
Hay diversas teorías que han enfatizado sobre el comportamiento de las personas; hay enfoques como la teoría de la agencia, que explica la relación del principal (accionista) con el agente (gerente), también se habla de los stakeholders, que explican la existencia de los diversos grupos de intereses que existen en torno a una organización, estos intereses son internos y externos. Los dirigentes están en la imperiosa necesidad de conocer los diversos grupos de interés para poder plasmar con eficiencia la formulación y la implantación de un plan estratégico.
Otro aspecto importante, es el nivel de compromiso e implicancia que tienen los peruanos con el país, es decir, hasta que punto sienten que son parte de la nación. A simple vista podemos ver que muchos peruanos no se sienten parte del Perú, no están comprometidos con las políticas de estado, con su desarrollo, no se sienten parte de un todo.
El sentirse parte de un todo se conoce como la inteligencia espiritual, esta nos hace tomar conciencia que no somos un ser aislado, sino que pertenecemos a un todo y que nuestra función siempre es significativa y que el desarrollo de nuestro país dependerá de lo bien que hagamos las tareas que nos han encomendado.
Por eso es importante tener en cuenta el éxito que tengan nuestros compatriotas en los diferentes cargos gubernamentales, así, como en la comunidad, y en particular en nuestras familias que impactará positivamente en el éxito que nos hemos puesto como objetivo.
Cuan importante sería escuchar decir a los peruanos, voy a ser bien lo que me han encomendado, asimismo, deseo de todo corazón que las estrategias y decisiones que tomen nuestros gobernantes provinciales, regionales y nacionales se vean coronados con el éxito; porque la sinergia de mis acciones positivas, con las decisiones correctas de mis directivos harán que mi país se fortalezca, pienso de esta manera porque soy conciente de mi pertenencia, es decir, soy parte del Perú.
No obstante millones de peruanos están excluidos del sistema formal, del sistema económico, político, laboral, educativo y cultural. La falta de conciencia de la existencia de la inteligencia espiritual hace que muchos compatriotas no se sientan parte del estado peruano, tienen sus objetivos claros pero con un profundo sentido individual, poco o nada les interesa lo que pasa con el manejo de la cosa pública, se caracterizan por tener un profundo arraigo por la indiferencia de lo que pueda pasar con el destino de la patria amada.
Es importante que nos sintamos parte de un todo, que nos sintamos parte del Perú, amerita que actuemos con humildad y hagamos de manera correcta las tareas que nos han encomendado.
Nuestra patria, el país milenario que nos cobija, con sus problemas, con sus pobrezas, con sus esperanzas, con su gente, con su historia, espera con fervor la consolidación espiritual e intelectual de sus hijos y que sus gobernantes se colmen con sabiduría.
Los momentos actuales nos exigen que nos sintamos parte del Perú, el Perú parte de la Tierra y la Tierra parte del universo; hagamos historia, forjemos en nuestro ser la inteligencia espiritual, seamos honestos con nosotros mismos, podremos engañar a nuestro prójimo, a la patria, pero jamás seremos capaces de engañarnos a nosotros mismos; la patria espera mucho de nosotros demos lo mejor de nuestro ser.
domingo, 28 de marzo de 2010
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