domingo, 18 de marzo de 2018

Los Desafíos De La Red Dorsal




Por: Mesias Guevara Amasifuen

El Internet, de facto se ha convertido en un derecho ciudadano, permite tener acceso a la información y al conocimiento, democratiza el acceso a la educación y mejora los servicios públicos como la salud, entre otras facilidades como la modernización de la gestión pública y la consolidación del ciudadano digital. El internet se masificará si se cuenta con una infraestructura de telecomunicaciones adecuada, con tecnología de punta, aspectos legales y regulatorios que impulsen  su desarrollo. El internet también tiene un impacto directo en la competitividad del país, en la investigación y generación de conocimiento.
La infraestructura de telecomunicaciones de nuestro país ha sido y es deficiente, fundamentalmente en el medio de transmisión, tales como enlaces de microondas, fibra óptica y enlace satelital. Las grandes operadoras han concentrado sus inversiones y actuación comercial en lugares de alta rentabilidad, han buscado “descremar el mercado”. Han volteado sus miradas a las  zonas rurales solo a través de los fondos FITEL y de los compromisos asumidos por la renovación de concesión. La privatización de los servicios de telecomunicaciones trajo una expansión de la planta externa en las grandes ciudades generando una alta concentración del servicio, sin embargo, el índice de penetración de telefonía fija e internet sigue siendo bajo. El crecimiento del servicio celular ha sido espectacular pero concentrado y con un discriminado uso de tecnología, en las ciudades se cuenta con 4G, pero hay millones de peruanos que aún se encuentran con 2.5G.
El ingreso de nuevos actores como Bitel, Internexa y la red dorsal han cambiado la estructura de mercado de las telecomunicaciones. Bitel con una política audaz y poco ortodoxa, ha desarrollado mercado fundamentalmente en las zonas rurales, instalando fibra óptica a nivel nacional. Internexa ingresó al mercado peruano como carrie de carriers. El ingreso de Azteca Telecom, a través de la fibra óptica dorsal, ha impulsado la participación del Estado con el objetivo de consolidar el paradigma universal y que haya internet para todos.
La red dorsal nacional de fibra óptica hoy enfrenta el dilema de Hamlet “ser o no ser”. Surgió a través de la ley de banda ancha, que impulsé en el Congreso de la República, como una necesidad pública y de interés nacional. Creo que todos los peruanos vamos a estar de acuerdo con su objetivo, nuestras discrepancias pueden estar en su concepción y operación. Merece desarrollar un análisis académico y riguroso, podríamos hacerlo bajo el análisis de los stakeholders, es decir teniendo en cuenta los grupos de intereses: MTC, Osiptel, operadores, proveedores de tecnología, usuarios del gobierno, usuarios en general. Todos ellos tienen tres características que son urgencia, poder y legitimidad, con pesos relativos diferentes. En esencia los stakeholders no coordinan sino cooperan, porque en medio está la subsistencia.
El responsable de consolidar la red dorsal es el gobierno nacional a través del MTC y OSIPTEL. De estas instituciones se requieren acciones y decisiones ágiles y estrictas, haciendo cumplir las de la concesión y regulación. Hay una grosera lentitud  en la implementación de diversos temas, menciono algunas de ellas: el no uso del 20% de capacidad que Internexa ha cedido por obligación de concesión. La no implementación de la Red Nacional del Estado, Red Nacional de Investigación Educativa, impulso de la alfabetización digital y el gobierno electrónico, establecidos en la ley de banda ancha junto a la instalación de la red dorsal. El 2012 cuando se proyectó la instalación de la red  dorsal, el contexto económico, político, legal y tecnológico era distinto al panorama actual, ha cambiado radicalmente. Por lo que se requiere repensar en torno a dichos aspectos y hacer los cambios necesarios para optimizar el uso de la red dorsal. La consolidación y utilización de  la red dorsal, pasa por revisar el aspecto tarifario, la estructura de red, la velocidad de acceso y el tema contractual. Así mismo, la empresa operadora debe tener la capacidad de impulsar nuevos servicios a través de alianzas estratégicas con empresas operadores, principalmente con las cableras y los municipios, un ejemplo claro es consolidar las ciudades inteligentes, llevar el internet a ciudades del interior del Perú. En alianza con los ministerios de salud y educación, deben impulsar la telemedicina y teleeducación. Hay instituciones como RENIEC, SUNAT y Banco de la Nación que requieren un ancho de banda alto para poder brindar su servicio, es decir hay mucho tráfico para la Red Nace. Sin embargo, se debe tener en cuenta que la red dorsal se orienta por la neutralidad de la red y que no puede tener usuarios finales. Los funcionarios de Azteca Telecom deben combinar el terno del ejecutivo de ventas con el mandil del ingeniero técnico, es decir desarrollar nuevos servicios y venderlos.
Los funcionarios públicos encargados de impulsar los cambios necesarios que permitan consolidar la red dorsal de fibra óptica deben estar comprometidos con el desarrollo del sector de las telecomunicaciones y del país. En lo personal considero un grave error que la actual Vice Ministra de comunicaciones hasta hace poco haya sido alta funcionaria de Azteca Telecom. Aquí podría haber un ejemplo de “silla giratoria”.
Si la red dorsal se convierte en un elefante blanco es por desidia e incapacidad del gobierno y por la existencia de una fuerte presión de ciertos grupos empresariales que solo buscan satisfacer su propio  interés. Es justicia masificar el internet, haciendo que este llegue a millones de peruanos en especial a los que viven en las zonas rurales. Y porque en el Perú el libre mercado es una falacia, el Estado no puede convertirse en un convidado de piedra.