Por: Mesías Guevara Amasifuen.
Rueda el balón, la calle polvorienta se ha convertido en un campo de futbol, con tesón y fervor corremos detrás del balón, no hay tregua ni compasión. Con convicción disparamos al arco hecho con dos piedras. El acuerdo era que los goles deberían ser a ras del suelo, por alto no vale. Ninguno de los equipos quiere perder, porque el que pierde sale. Nos tiramos en carretilla, cruje la tela del pantalón en señal que se ha roto. Parte de la piel de la rodilla se queda en el suelo, se siente el ardor que produce la fricción y corre un hilo de sangre. Se jugaba con pundonor, como si se tratara del campeonato mundial.
En mi equipo estaba Juan, que por el color oscuro de su piel, le decíamos “carne seca”, es que en Jaén el calor es intenso, tanto que dora la piel. A Juan le gustaba pararse en el arco, era un arquero muy peculiar, tenía una limitación física, de niño había sido víctima de la polio, esa dificultad lo superaba usando un palo en el cual se apoyaba para correr con firmeza. Era difícil hacerle goles, porque utilizaba el palo como parte de su humanidad.
Definitivamente en esos tiempos el balón corría, discurría con maestría en busca del arco contrario. El futbol siempre fue mi pasión, desde mi infancia en las calles de Jaén, jugué a no perder. Tuve como ídolos a los que jugaron en Mexico 70, a los que asistieron a Argentina 78 y España 82. Cuanta alegría y emoción sentía cuando veía a la bicolor saltar al gramado. Había seguridad que la selección tendría una gran actuación. Hoy esto suena a melancolía, la selección sale a cuidarse para no perder por goleada.
Los jugadores de hoy han perdido la convicción de ganar, en su mente solo hay lugar para pensar en cuidar la pierna y en el buen salario que ni siquiera saben cuidar. Alrededor de la mayoría de ellos hay una vedette, un celular o un automóvil cero kilómetros, equipado con parlantes estéreos y equipos que solo sintonizan salsa o una cumbia de moda.
El futbol no es cualquier deporte, es un deporte que involucra a la mayoría de los peruanos. Se practica en todos los rincones del Perú, en los diversos parajes podemos ver una canchita de futbol, casi todos con arcos enclenques, flacos y escuálidos como muchos de los jugadores. En la selva, en la sierra y en la costa siempre hay balón dispuesta a rodar delante de los ocasionales jugadores.
Al parecer las autoridades y dirigentes no se han percatado, que a través de este deporte podemos elevar la autoestima de los peruanos. Esto se puede comprobar cuando pierde o gana la selección.
Antes el campo era de tierra, después en algunos campos sembraron grass, hoy muchos están cubiertos con grass sintético. En la época de mis abuelos usaban la vejiga del pavo o del cerdo como balón de futbol, otros las hacían de trapo. Hoy hay balones de plástico y las profesionales son de alta tecnología.
En el campo o la zona rural del Perú muchos todavía juegan a pie limpio, otros usan ojotas (llanques), zapatillas chinas. Los más favorecidos usan zapatos Adidas y otros zapatos de alto costo y buena marca.
La indumentaria ni que decirlo, allí la diferencia también es abismal entre el amauter y el “profesional”. Unos apenas se ponen una camiseta y los otros tienen un uniforme de marca y muy costoso.
Antes el Futbol era una fiesta vecinal, participaba el barrio y la familia entera. Se juntaban alrededor del balón en un campo de futbol o en un callejero para dar rienda suelta a su pasión, el futbol.
Ahora a pocos les importa cuando juega la selección, antes era la máxima atracción hoy es una frustración. Dirigentes y jugadores cada día se empeñan por hacer un gran papelón, y según ellos tienen el alma de campeón, y son campeones pero en el bar.
Definitivamente la pelota de futbol dejo de rodar, es que ya no es redonda sino cuadrada, la decepción y la frustración han hecho posible esa transformación. Mientras tanto mi amigo Juan, el “carne seca”. Con su amplia sonrisa y apoyado en su palo sigue disputando ardorosos partidos.
domingo, 10 de enero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Bueno mi estimado Profesor como siempre muy acertadas sus palabras; nuestros "jugadores" algun dia esperemos tambien sean futbolistas cuando esten en PERU y no solo en sus equipos extranjeros, claro hay excepciones pero el futbol se juega con 11 en la cancha si uno falla ya fue!!!
ResponderEliminarsaludos
Mario Bernardo