Por: Mesias Guevara Amasifuen
El congreso de la república está
envuelta en una tormenta perfecta, los últimos acontecimientos sumados a los hechos
sucedidos durante la vacancia de PPK, lo han puesto en la unidad de cuidados
intensivos y con respirador artificial. Los Keikovideos teniendo como
camarógrafo al Congresista Mamani, actores a los congresistas Ramírez, Bocangel
y Fujimori, con el guionista y director aún no identificados, ha generado un
gran remolino en la política, pudiendo convertirse en un agujero negro.
Por esa crisis el nivel
aprobación del Congreso ha caído a 7%,
uno de los niveles más bajos de nuestra historia republicana y democrática,
incluso con tendencia a la baja. Los nuevos hechos recientemente conocidos como
que algunos congresistas tienen como socios a narcotraficantes, falsificadores
certificados de estudios, sentenciados por el poder judicial, investigados por
el ministerio público, que recorten el sueldo a sus trabajadores, que les hayan
retirado el título universitario por haber cometido irregularidades. Y lo más
saltante es que en esos videos el propio presidente del congreso de la
república ha sido mencionado señalando que habría sido financiado por
Odebrecht.
Ahora logramos comprender la
actitud irresponsable e ilegal de las comisiones de ética, Lavajato,
acusaciones constitucionales, entre otras. Donde la mayoría de sus integrantes
están más preocupados en blindarse, protegerse y obstruir las investigaciones
del ministerio público, que en conocer la verdad. Esto trae a una profunda
reflexión y varías interrogantes.
En la reflexión toca hacer una
crítica al sistema electoral y exigir una reforma profunda y urgente, el tema
es que este congreso no está en capacidad moral de hacerlo. Dicen enfrentarse y
la luchar contra la corrupción, sin embargo al estar muchos congresistas
implicados en denuncias e investigaciones fiscales, no podrá enfrentarse a la
madre de la corrupción que es la impunidad. Otra crítica es a los partidos
políticos y a la ONPE, por haber hecho una pobre fiscalización. Asimismo la
actuación del JNE que nos llevó a una segunda vuelta entre dos fuerzas que
prácticamente eran lo mismo, los demócratas no tuvimos alternativa y nos vimos
obligados apoyar al defenestrado PPK.
Cuando se produjo la renuncia a
la presidencia de PPK dijimos que el congreso no podía continuar, porque eran
parte de la misma moneda y por lo tanto también deberían irse. En el corto
tiempo se no ha dado la razón. El Ministro Cesar Villanueva, anuncia que va
establecer un diálogo con el Congreso para consolidar la gobernabilidad y la
estabilidad jurídica de nuestro país, esa propuesta es inválida es irreal. Este
Congreso ha dejado de ser la representación nacional no solo por su clamoroso 7
% de aprobación, sino por su descalificación moral.
El ejecutivo debe sustentar su
gobierno en el Acuerdo Nacional, en un dialogo con las fuerzas vivas y los
gobiernos regionales, pero no con el Congreso porque sería un dialogo
interesado y de repartija de intereses y blindajes, cuyo impacto será personal
pero no nacional.
Cualquier dialogo entre el
ejecutivo y el congreso, para el pueblo será insulso lo verá con indiferencia,
como una cofradía que actúa de espaldas a la realidad por lo que no tendrá
respaldo popular. Urge una salida para adelantar las elecciones sobre todo del
Congreso de la República, para ello se debe aprobar una modificación
constitucional que recorte el mandato del Congreso de la República. El pueblo
espera una decisión firme del Presidente Vizcarra para enfrentar la corrupción,
sino lo hace el remolino de la tormenta perfecta, junto al congreso lo meterá
en el agujero negro, haciendo eco y realidad el clamor nacional: Que se Vayan
Todos.
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