“Lo único constante en la vida es
el cambio” resueltamente expresa el filósofo, “la vida no es una fotografía
sino una película” expresan los analistas políticos, Sin lugar a dudas que
estas expresiones reflejan lo que viene ocurriendo en nuestro país, cambios
radicales y espectaculares en corto tiempo difíciles de imaginar.
Esos cambios se expresan en el
juego de la anti política donde no hay reglas ni ética ni principios, allí impera
el interés subalterno y el viejo dicho “el fin justifica los medios”. Los
últimos hechos ocurridos impulsados desde el Congreso de la República ha hecho
que el Perú transite de la “operación vacancia” al “indulto negociado”, hacen
que millones de peruanos en especial los jóvenes, se sientan traicionados y
además pierdan confianza en la política,
políticos y partidos políticos. Estos últimos inmersos en una profunda crisis institucional.
El Presidente de la República
ganó las elecciones por el anti fujimorismo prometió no indultar a Fujimori el
pueblo le creyó y ganó las elecciones por escasos 40 000 votos a la Sra. Fujimori, que en el fondo
representan los mismos intereses económicos y empresariales, defienden el
modelo económico que genera desigualdad para cosechar mendigos. El caduco sistema electoral nos puso en la
disyuntiva de elegir entre PPK y Keiko, distorsionó el proceso electoral
cambiando la voluntad electoral, aplicando las reglas y las normas de manera
desigual.
La decisión de indultar a
Fujimori ha abierto una profunda herida difícil de cerrar, el Presidente de la
República ha estrechado una alianza con el fujimorismo y sus aliados, aparentemente
para garantizar la gobernabilidad y en el Congreso de la República contar con su
apoyo. Ha preferido agazaparse en el Congreso y alejarse del pueblo que lo
eligió. Prefirió la aritmética a hacer política de verdad. Los congresistas lo
tendrán secuestrado y amenazado en especial del fujialanismo y sus aliados
provenientes de otras bancadas. Veo difícil que el Presidente de la República
salga a caminar por las calles con libertad y confianza.
El próximo paso de la funesta alianza
será la impunidad, los congresistas golpistas seguirán en su afán de destituir
al Fiscal de la Nación, y a los miembros del Tribunal Constitucional.
Audazmente se presentaran ante la prensa monopolizada y parcializada como los líderes
de la lucha contra la corrupción, cuando en el fondo su interés es obstruir las
investigaciones y evitar el castigo para sus cabecillas.
Los últimos movimientos hacen que
la política se haya vuelto pragmática y sin principios, duele ver a
sanguijuelas como líderes políticos que negocian el futuro del Perú, y que nos hayan
convertido en un mar donde pululan los corsarios sin patas de palo y sin loros,
ahora lucen ternos y celulares. Duele ver como la política digna es tirada por
el sanitario, ver como se esfuman las esperanzas de construir un futuro
promisorio y digno para nuestra gente. Duele ver como la política es acaparada
por personajes sin solvencia moral y sensibilidad social, donde prima su interés
personal. Duele ver como el Perú es convertido en una republiqueta.
El riesgo es que esta clase de
anti política, atraiga a la anti política radical y extrema premunida de
mensajes reivindicativos sociales, es decir que pasemos del extremo manejado
por corsarios a un extremo liderado por aventureros. La clase política peruana
ha tocado fondo, ya no expresa la voluntad del pueblo, hoy más que nunca
necesitamos un nuevo contrato social. PPK ha acelerado la crisis del sistema y
creo que la fuerza del pueblo exigirá que haya elecciones para elegir una constituyente.
PPK se ha equivocado al creer que
el indulto de Fujimori servirá para la reconciliación, al contrario ha
polarizado al Perú. Es el inicio de un camino incierto y peligroso para la
gobernabilidad, la reacción del pueblo será incontrolable por obra y gracia del
sr Presidente.
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